Reseña de City Cycling – El Futuro del Ciclismo Incluye a Niños y Mujeres

24 de octubre de 2012. Escrito por Alison Moss (traducción al español por Gabriela Chávez)

City Cycling (se traduce como “Ciclismo Urbano” y en este artículo se denota con su nombre original, en itálicas) – Editado por John Pucher y Ralph Buehler, es un libro nuevo con fuertes argumentos en pro del transporte en bicicleta. La siguiente reseña fue escrita por Alison Moss, nuestra Asistente Ejecutiva.


Buenas noticias: ¡el ciclismo urbano para la transportación diaria está al alza! Estas son buenas noticias no solo para quienes andan en bicicleta y sus partidarios, sino para la sociedad en general que se puede beneficiar con mejor salud pública, mejor salud ambiental, mejor equidad de transporte y embellecimiento urbano, conforme las ciudades se re-imaginan como lugares para la gente.

En City Cycling,un libro pretendido para los no entendidos en la materia así como para profesionales en planeación, los editores John Pucher y Ralph Buehler argumentan un caso sólido de que cualquier ciudad puede tener más residentes andando en bicicleta. City Cycling es un verdadero manual para aumentar el ciclismo en cualquier ciudad. Basado en casos de estudio tanto de naciones con altos indices de ciclismo como otras con indices bajos (Holanda, Dinamarca y Alemania vs Estados Unidos, Canada y Australasia), City Cycling discute tres elementos requeridos para promover el ciclismo como forma diaria de transporte: la infraestructura específica dedicada para ciclistas, las políticas y los programas de educación y promoción.

Mientras que todos los elementos mencionados arriba se consideran esenciales y en interacción sinergística, City Cycling hace énfasis en la infraestructura, específicamente aquella separada del tráfico vehicular.

 No city in Europe or North America has achieved a high level of cycling without an extensive network of well-integrated bike lanes and paths that provide separation from motor vehicle traffic. Bikeways are the trademark of bike-oriented cities in the Netherlands, Denmark and Germany.

No hay ciudad en Europa o Norte América que haya logrado un alto nivel de ciclismo sin una red extensiva de carriles y rutas ciclistas bien integradas que ofrecen la separación del tráfico de vehículos con motor. Las rutas ciclistas son ejemplo de ciudades orientadas a la bicicleta en Holanda, Dinamarca y Alemania.

La política de transporte en Estados Unidos, vía la “American Association of State Highway and Transportation Oficials” (se traduce como la “Asociación Americana de Oficiales Estatales de Vías Rápidas y Transporte”), no ofrece ningún criterio concerniente a la separación de bicicletas del tráfico vehicular lo cual conlleva a situaciones como la siguiente:

… on San Diego’s Camino del Norte, a 55 mph (90 km/h) divided highway, bike lane users are expected to weave across one lane of 55 mph traffic and then ride 900 feet (275m) in a bike lane sandwiched between four lanes of traffic on the left and two lanes on the right.

… en la calle Camino del Norte, en San Diego, una vía rápida con camellón y límite de velocidad de 90 km/h (55 mph), se espera que los usuarios del carril de bicicletas serpenteen a través de un carril de tráfico a 90 km/h y luego recorran una distancia de 275 metros (900 pies) en un carril de bicicletas localizado a la mitad de cuatro carriles de tráfico: dos a la izquierda y dos a la derecha del citado carril.

La separación del tráfico vehicular es esencial para aumentar los indices de ciclismo ya que la mayoría de las personas en cualquier ciudad son consideradas como “intolerantes al tráfico” o “adversas al riesgo”. Los grupos intolerantes al tráfico, incluyendo a muchas mujeres, a niños y ancianos, no andarán en bicicleta si consideran esta actividad como insegura. Es por esto, que mientras que se requiere de un grupo significativo de la población ciclista para abogar por mejorías en la infraestructura, las poblaciones ciclistas seguirán siendo mínimas mientras que la infraestructura sea pobre. Aquí es donde la política, la educación y las mínimas mejorías en la infraestructura pueden producir algún cambio.

Lecciones para San Diego

City Cycling tiene abundantes ejemplos no solo de las mejores ciudades para andar en bicicleta, sino también de aquellas cuya cultura ciclista es naciente, tanto en Estados Unidos como en el extranjero. Estos ejemplos son una gran promesa para la ciudad llamada “America’s Finest (if currently auto-centric) City” (traducido como “La Mejor (si bien auto-céntrica) Ciudad en Estados Unidos”): San Diego. De City Cycling podemos deducir las siguientes lecciones:

  • Establecer criterios que requieran la infraestructura ciclista separada  (por ejemplo las vías ciclistas)

Esto se debe hacer donde hay tráfico pesado y altas velocidades. Los estándares holandeses son altos en este aspecto, pero San Diego se beneficiaría de utilizar cualquiera de tales estándares. Situaciones como la descrita en la calle Camino del Norte ciertamente que serían consideradas inaceptables para la mayoría de los usuarios.

Donde hay calles de tráfico mixto:

Disminuir los límites de velocidad – El “Dutch Design Manual for Bicycle Traffic” (se traduce como “Manual Holandés de Diseño para Tráfico de Bicicletas”) establece que para que las bicicletas operen en tráfico mixto, la velocidad límite debe de ser igual a o menor de 30 km/h (19 mph). Este estándar se aplica actualmente en la mayoría de los campus colegiales de Estados Unidos, con un efecto de gran comfort y seguridad para ciclistas y peatones.

Rediseñar las calles – Las calles de tráfico mixto deben tambien ser diseñadas sin carriles, ya que los carriles pintados o marcados tienden a segregar a los usuarios y a incrementar las velocidades.

Hacer que la distancia segura para rebasar sea mandatoria – Rebasar a una distancia lateral de un metro o 3 pies es requerido por la ley en muchas municipalidades y naciones. Esta es una medida que salva vidas y que probablemente tendría el efecto de estimular mejorías a la infraestructura.

Restringir el tráfico en algunas calles (por ejemplo, crear Boulevares Ciclistas o “Woonerfs” –nota del traductor: palabra holandesa que encierra el cocepto de una calle “viva”, compartida, donde los peatones y ciclistas tienen prioridad sobre el automóvil) – Se pueden crear vías seguras y de poco tráfico para los ciclistas mediante la adición de balizas o macetas al final de las calles, permitiendo el paso a ciclistas y peatones, pero no a vehículos. Ya existe una suficiente provision de rutas vehiculares en San Diego, una ciudad rica en vías rápidas (los llamados “freeways”).

Conclusiones

City Cycling argumenta un excelente caso a favor tanto de la importancia del aumento en el ciclismo así como de los medios necesarios para conseguirlo. Mientras que cada capítulo ofrece información importante para el argumento general, algunos capítulos resaltan en su impacto. El capítulo titulado “Bicycling Infrastructure for Mass Cycling: A Transatlantic Comparison” (traducido como “La Infraestructura para el Ciclismo en Masa: Una Comparación Trans-Atlántica”) es invaluable por sus ejemplos específicos sobre las mejores y las peores prácticas en el mundo. Los capítulos titulado “Women and Cycling” (“Las Mujeres y el Ciclismo”) y “Children and Cycling” (“Los Niños y el Ciclismo”) son tremendamente importantes por sus investigaciones sobre los bajos niveles de ciclismo en los citados grupos. Estos capítulos también remarcan el punto obvio, pero esencial, de que el ciclismo nunca será una actividad común sin considerar las necesidades de los segmentos vulnerables de la sociedad.

En general, la adición de este libro a cualquier librero vale la pena con el fin de entender la importancia que el ciclismo tiene en enriquecer nuestras ciudades.

Para leer otras reseñas de este libro, visita las páginas de European Cyclists’ Federation, the League of American Bicyclists, and Bikes Belong.